Lo prometido es deuda, así
que a continuación os presento las 3 modalidades de apnea que faltaban por
describir en la anterior publicación.
La modalidad de Peso
constante
consiste en alcanzar la máxima profundidad posible con la única ayuda
motora de las aletas y con un lastre fijo. Es decir, se debe subir con el mismo
peso con el que se inició la inmersión. Debido a esto, los deportistas suelen
utilizar muy poco lastre, lo que dificulta enormemente el descenso, sobre todo
durante los primeros metros.
En esta categoría hay que tener muy presente la profundidad y sus múltiples consecuencias, que suponen un gran aumento en la dificultad. Durante los primeros veinte metros se gasta una enorme cantidad de aire para lograr descender, así como también resulta muy costoso ascender hasta alcanzar una flotabilidad aceptable. Por esta y otras razones se considera al peso constante la modalidad más competitiva y difícil. Se suele realizar la inmersión siguiendo la trayectoria de un cable tenso en cuyo extremo se encuentra una pequeña placa metálica indicando la profundidad.
En la modalidad de Peso variable se permite descender con un peso diferente al del ascenso. Es posible dejar en el fondo un total de treinta kilos, para conseguir realizar un descenso más rápido y una subida a superficie más fácil, aunque siempre con la única ayuda de las aletas. Aquí cobra una especial importancia la adaptación al medio y a la profundidad, que constituye el principal problema a batir.
Por último No limits es, sin duda, la más espectacular, peligrosa y controvertida de las modalidades de apnea. El nombre mismo indica cuales son las reglas a seguir: sin limites, todo vale con tal de alcanzar la máxima profundidad en una sola inspiración de aire normal. El apneista puede sumergirse con la cantidad de peso que desee y subir libre de tal peso. Además están permitidos globos inflables que lo suban a gran velocidad. El lastre suele tener forma de una pesada barra metálica en la que los deportistas se pueden sujetar fácilmente y que baja por un cable que llega a grandes profundidades. Basta con quitar el freno para comenzar el descenso, y una vez abajo, inflan unos grandes globos que suben velozmente despidiendo aire con los profundistas agarrados a ellos. Esta modalidad, debido a las grandes profundidades en las que se trabaja, conlleva grandes peligros que varias veces se han cobrado victimas. Además, las diversas organizaciones que promocionan y organizan las actividades apneísticas no han homologado el no limits, ya que no estaban dispuestas a afrontar el peligro consiguiente, y lo han declarado actividad experimental.
En esta categoría hay que tener muy presente la profundidad y sus múltiples consecuencias, que suponen un gran aumento en la dificultad. Durante los primeros veinte metros se gasta una enorme cantidad de aire para lograr descender, así como también resulta muy costoso ascender hasta alcanzar una flotabilidad aceptable. Por esta y otras razones se considera al peso constante la modalidad más competitiva y difícil. Se suele realizar la inmersión siguiendo la trayectoria de un cable tenso en cuyo extremo se encuentra una pequeña placa metálica indicando la profundidad.
En la modalidad de Peso variable se permite descender con un peso diferente al del ascenso. Es posible dejar en el fondo un total de treinta kilos, para conseguir realizar un descenso más rápido y una subida a superficie más fácil, aunque siempre con la única ayuda de las aletas. Aquí cobra una especial importancia la adaptación al medio y a la profundidad, que constituye el principal problema a batir.
Por último No limits es, sin duda, la más espectacular, peligrosa y controvertida de las modalidades de apnea. El nombre mismo indica cuales son las reglas a seguir: sin limites, todo vale con tal de alcanzar la máxima profundidad en una sola inspiración de aire normal. El apneista puede sumergirse con la cantidad de peso que desee y subir libre de tal peso. Además están permitidos globos inflables que lo suban a gran velocidad. El lastre suele tener forma de una pesada barra metálica en la que los deportistas se pueden sujetar fácilmente y que baja por un cable que llega a grandes profundidades. Basta con quitar el freno para comenzar el descenso, y una vez abajo, inflan unos grandes globos que suben velozmente despidiendo aire con los profundistas agarrados a ellos. Esta modalidad, debido a las grandes profundidades en las que se trabaja, conlleva grandes peligros que varias veces se han cobrado victimas. Además, las diversas organizaciones que promocionan y organizan las actividades apneísticas no han homologado el no limits, ya que no estaban dispuestas a afrontar el peligro consiguiente, y lo han declarado actividad experimental.
Interesante artículo
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