viernes, 9 de mayo de 2014

Pies de gato


Hoy os voy a hablar un poquito de un material indispensable para los amantes de la escalada como son los pies de gato.
Los pies de gato son unas zapatillas especialmente diseñadas para la escalada, ya que ofrece una adherencia y sujeción del pie que ningún otro tipo de zapatilla ofrece.
Actualmente, en el mercado se puede encontrar una gran variedad de modelos, con diferentes gomas, pudiendo encontrar modelos de alrededor de 30€ hasta modelos de 120€. Los más caros ofrecen unas características muy especiales, por lo que están diseñados para expertos escaladores. También se debe tener en cuenta que comprar unos pies de gato excesivamente baratos, supone que el desgaste de las gomas será mucho mayor, sin olvidar las rozaduras de las costuras y la rigidez o mala adaptabilidad que suelen tener este tipo de zapatillas.
Tipos existentes en el mercado:
Dejando de lado el tipo de gomas, principalmente en el mercado existen tres tipos de pies de gato:
         -  Con cordoneras: Muy usados para grandes vías, donde el escalador pasa una gran cantidad de horas con los pies de gatos puestos.
         -  Con velcros: Diseñados para la escalada deportiva y búlder. Son fáciles de poner y quitar ofreciendo una buena sujeción al deportista
         -  Bailarinas: Son zapatillas sin velcros ni cordoneras, simplemente son unos elásticos los que sujetan el pie del gato al escalador. Se debe tener en cuenta que este tipo de zapatillas adquieren holgura rápidamente, perdiendo las prestaciones que ofrecían al ser comprados.
Horma, rigidez y comodidad
La horma es el molde alrededor del cual se diseña o fabrica un pie de gato. La mayoría de los fabricantes ofrecen modelos con distintas hormas. Dependiendo de la
anchura, tamaño o forma del pie, se deberá elegir un tipo de horma que se adapte lo mejor posible a las características del escalador.
Por otro lado encontramos diferentes modelos que ofrecen diversos grados de rigidez. Dependiendo de las características de la roca o el gusto del escalador se optará por un tipo de suela o de otra. Se debe tener en cuenta que una suela blanda proporciona un enorme tacto así como una enorme adherencia. Por otro lado, las suelas rígidas, ofrecen un buen apoyo frente a canteos o regletas, sujetando firmemente el pie, sin necesidad de sobrecargar los gemelos, con el inconveniente de la pérdida de sensibilidad. Dicho esto, cada escalador en función de sus características, necesidades o gustos, se decantará por un tipo gato rígido o flexible.
Uno de los grandes dilemas de los pies de gato radica en la dicotomía existente entre comodidad y sujeción.
Para los escaladores de grandes vías, expertos que pasan muchas horas con los pies de gato puestos, se recomienda que utilicen aquellos que les sean cómodos, debido a la gran cantidad de horas que van a pasar con ellos puestos.
Para todos los demás, aquellos que realizan escalada en búlder o deportiva, es necesario que el pie de gato quede lo más ajustado posible, lo que conlleva que la comodidad quede relativamente aparcada. En este tipo de escalada, prima la sujeción sobre la comodidad debido a que constantemente el escalador está quitándose y poniéndose los pies de gato, haciendo uso de ellos únicamente el tiempo que está en la pared.
El ajuste de los pies de gato vendrá determinado por el llenado completo de la parte superior de la zapatilla por el pie del escalador. Para ello el pie deberá entrar justo en la zapatilla, no debiendo entrar de forma holgada. Este hecho producirá que nuestro pié cubra la herradura de la zapatilla, lo que conlleva que los dedos queden ligeramente en forma de garra (muy recogidos pero no arrugados) dentro de la zapatilla, llegando incluso a ser incómodo su uso, sobre todo cuando el pie de gato es nuevo.
Debemos tener en cuenta la cantidad de lesiones que se producen en los dedos de los escaladores como consecuencia de un mala elección del pie de gato o un exceso de sujeción.
Además, la compra de unos pies de gato de calidad media o media-alta nos permite el poder recauchutar la goma de la suela, disfrutando de una goma nueva
cuando esta esté totalmente desgastada, sin tener la necesidad de comprar unas gatas nuevas.
Es importante elegir correctamente el momento del día en el cual vamos a comprar un pie de gato. En ocasiones, se compran zapatillas de este tipo por la mañana y por la tarde resulta muy incómodo su uso, es importante el probarse los pies de gato por las tardes, ya que es este el momento en el cual el pie ha dilatado lo suficiente.

Fuente: Apuntes Actividad Física en el Medio natural GCAFD

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